Hay razones del corazón que la razón no entiende.


Siempre me he tenido por una persona serena, tranquila, prudente, racional.. medito sobre el por qué de las cosas, las razones últimas que determinan una conducta...pero....todo eso deja de tener sentido, relevancia , trascendencia cuando acudo al estadio a "animar" a mi equipo...porque los aficionados de verdad, "los hinchas" , vamos no a contemplar un espectáculo (a veces también) sino a alentar, empujar , ayudar, participar en una liturgía común, sentirte , en la medida que te corresponda, no espectador, sino actor y protagonista de la acción.

¿Que puede suceder para que una persona como la descrita, pierda "los papeles"? ¿En un momento determinado se suba en el asiento y empiece a dar saltos, se abrace con el que está al lado, aunque no lo conozca de nada, insulte , blasfeme, lance improperios y utilice expresiones soeces y barriobajeras contra árbitros, equipo rival, hinchada "enemiga"?.
Por mas vueltas que le doy, en momentos de supuesta "racionalidad", no encuentro respuestas lógicas , y termino mi búsqueda con la frase de Pascal, filósofo, matemático , físico y teólogo (siendo tantas cosas a la vez, algún valor le deberíamos dar a sus conclusiones) que encabeza este post.
Pero no...no me doy por vencido y sigo "racionalizando"....y llego a la conclusión que, como casi todas las cualidades y aptitudes personales, este "virus" tiene un indudable componente genético, está en nuestro ADN, y está ahí porque, evidentemente, lo ha puesto alguno de nuestros progenitores; sin esa "marca genética",no se llegaría a desarrollar. Pero , aparte de ese indicador cromosómico, son necesarios otros dos factores,uno "ambiental",de coordenadas "espacio/tiempo" y otro de "cultivo" y educación del mismo, de "tradición" (del latín tradere, "transmitir a generación sucesiva").
El medio de desarrollo es la ciudad, Sevilla; una cualidad que tenemos los nacidos en ella, y de la que pocos somos conscientes, y son los de fuera los que lo observan con nitidez , es que un niño nacido en Sevilla, es , desde la cuna, sevillista o bético; no nos entra en la cabeza ser de otro equipo, eso lo consideramos aberrante, contranatural..., por eso, en el fondo, nos reímos de las hinchadas de grandísimos equipos, cuando nos visitan, viendo , por como hablan o las banderas y pancartas que exhiben , de que no proceden de esos lugares de origen, sino de un entorno mucho mas cercano; en el fondo, los compadecemos, porque nunca podrán sentir nada parecido a lo que sentimos los "de verdad".
¿Y la tradición? ¿ que es?...
Pues por explicarlo de manera gráfica, cierro los ojos , me teletransporto al pasado, a mis tiernos 4, 5 , 6 años, y siento en mi mano el tacto de la mano de mi padre, entrando en el estadio , frías tardes de domingo o calurosos sábados estivales , el soniquete del "Carrusel" en la radio, la compra de la almohadilla (alguna vez, se tiraba a campo, según en qué circunstancia), el marcador simultáneo"Dardo",la rústica e hiriente megafonía(autoescuela leonesa,a nivel europeo....Publicidad Alas...), el olor al bocata de salchicha y el sabor y la sequedad en la boca de la sal de las pipas... lo veo alegrarse, enfadarse, chillar, discutir con los vecinos de localidad , ..y en función del resultado , ir el lunes contento y feliz al trabajo y leer cuanto antes "La Hoja del Lunes" y despues de comer, escuchar en la radio "El tipo Pepe y su sobrino" o, cabizbajo y con pocas ganas de hablar y menos de ver nada ; nunca vió al equipo conseguir ningún título, a pesar del orgullo por la historía grande y pequeñas batallas locales.
Siempre añoramos a los que ya no están, se nos hacen mas presentes esas lejanas vivencias, que apreciamos en tan alto grado, y por eso, por simple gratitud de habernos enseñado este camino ,por imperiosa necesidad de "pagar esa deuda contraida" es por lo que mis hijos sienten en su mano, la mano que yo sentía de mi padre, por eso nos acordamos de ellos en los grandes momentos, son para ellos los primeros recuerdos , brotan las lagrimas cuando se consigue algún hito.....eso es el "Tercer Anillo",,,la unión entre los que ya no están y los que tienen que venir.

Comentarios

  1. Maravilloso. Como diría el gran Davor Suker: "Me has puesto la piel de la gallina". La verdad es que lo que cuentas es ciertamente lo que vivimos cada día de partido.

    ¿Tú te imaginas al "gordito" viviendo con nosotros (físicamente, porque espiritualmente siempre ha estado en el voladizo de gol sur y en cada abrazo que nos hemos dado) esta época dorada que estamos disfrutando?. Pues yo, muchas veces, cierro los ojos y aún me veo en el pasillo de casa, de rodillas los dos y celebrando el gol de Suker en Grecia ( y el descenso del Betis contra el Tenerife en un play-off).

    Gracias a ÉL, hoy podemos disfrutar de esta bendita locura y transmitirla a nuestros enanos.

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