Reflexiones personales irrelevantes en largas y tórridas tardes de verano

 Tras la suspensión el año pasado por la increíble tormenta que cayó en la ciudad las horas previas a la salida, este año era de visita obligada , entre otras cosas, por las facilidades que nos brindó la organización, para paliar, en parte, la decepción del año pasado, y porque me encajaba en la planificación anual. Ha sido el último maratón de este año, el octavo; nunca había corrido tantos en  un mismo año (Sevilla, Barcelona, Ojos Negros/Castellón, Vitoria, Awassa/Etiopía, Ciudad Real, Valencia, Málaga); ni es bueno ni recomendable, no soy ejemplo para nadie , no intentéis imitarme.   Ha sido un maratón especial, por mis circunstancias personales. Si hiciera una película, lo titularía "El Maratón mas triste" . Tengo mucho pudor de hablar de cosas personales, pero, como decía el filósofo Ortega y Gasset, "yo soy yo  y mis circunstancias"; y escribo no para que lo lean otros, que pueden hacerlo, sino, fundamentalmente, para  poder recordar  yo mismo qué sentí