Maratón de Málaga 2019 , el 99
Con una semana de retraso, respecto a las fechas tradicionales ( que venía siendo el puente de La Constitución), también provocado por el retraso, igualmente del maratón de Valencia, se celebró la décima edición de esta prueba, que ya cuenta con etiqueta "bronce " de la AIMS. En efecto, se ha dado un salto de calidad incuestionable, especialmente desde que lo organiza Atresmedia, en todos los aspectos, aunque existen cosas que pulir, por ejemplo, no me gusta nada (y es una opinión generalizada entre todos los corredores), que se "mezclen" simultáneamente dos carreras (Media Maratón y Maratón); el tramos después del estadio de atletismo es horroroso y hubo alguna aglomeración en la recogida de dorsales. Pero, pese a todo, esta prueba va a seguir creciendo, porque tiene atractivos indudables y ventajas comparativas insuperables, la principal el clima. Casi el 50% de corredores extranjeros lo confirman, es imposible correr un maratón en cualquier lugar de Europa, en estas fechas.
Ha sido mi sexta participación en esta prueba (sin contar la suspendida por la lluvia torrencial) e iguala en la tercera posición a Valencia ( por delante, solo Sevilla(35) y Madrid (11). Y, muy satisfecho de que haya sido el escenario de un número mágico, el 99, el penúltimo del reto que me ocupa desde hace 16 años. Málaga ha sido durante muchos años, por motivos familiares, mi segunda casa, y ahora, sin motivos familiares, tengo allí grandísimos amigos.
Echando la vista atrás, si tengo que valorar las muchas cosas positivas que me ha dado mi pasión por el mundo de las carreras, en el número uno, y muy destacado, está el haberme permitido conocer a personas, que se han convertido en amigos para toda la vida. En el fondo, casi todos los corredores, y más específicamente los maratonianos, estamos cortados por "el mismo patrón", por eso es fácil, muy fácil congeniar al momento; somos gente sana, con capacidad de lucha y sufrimiento, que nos ponemos retos, optimistas y en general alegres por la vida, y , casi siempre, extrovertidos y dispuestos a compartir. Además, es como una mancha de aceite, un amigo hace que conozca a otro, y vas tejiendo una tupida red de relaciones, francas, desinteresadas y sanas que te llenan de satisfacción.
Conocí a Patricia en la feria del corredor del Maratón de Málaga de 2014, en la presentación del libro "Efecto Maratón" de mi amigo , el periodista de Canal Sur Rafa Vega, en el que escribí un capítulo. Era su primer maratón y tenía los miedos y la ilusión de todos los que por primera vez se enfrentan al reto. Desde entonces, hemos coincidido en todos los maratones de Málaga siempre, y en algunas ocasiones más (incluso el año pasado en el que no pudo participar, o el suspendido) compartiendo kilómetros, más o menos, pero nunca haciendo la prueba entera juntos. Patricia este año fue elegida por la organización como una de "las historias del Maratón", es decir, esos perfiles de personas anónimas que dedican un esfuerzo lleno de pasión, por compaginar sus tareas cotidianas propias de cualquier persona con la dedicación que exige afrontar con garantías esta prueba, para , dándoles visibilidad a sus historias, hacer llegar el ejemplo de que cualquier persona sana y con una voluntad fuerte y decidida, puede plantearse asumir el reto. Y no han podido tener mejor ojo, Patricia es, el orden que lo ponga ella, madre de tres hijos que ahora asoman a la adolescencia, alguno de ellos, esposa, trabajadora en un puesto nada fácil , ama de casa y, principalmente, una extraordinaria persona, llena de bondad, generosidad y simpatía.
Así , que para mi, en esta ocasión ha sido un auténtico lujo poder acompañarla desde el primer al último metro. Pretendíamos mejorar su mejor marca, 3.32, y al final, nos pasamos algún minuto , hasta 3.35, tal vez porque las condiciones no fueron las idóneas (sopló un molesto y fuerte viento en contra la segunda parte de la carrera). Pero, eso es lo menos importante.
Así, que, como no podía ser menos, mi 99 maratón ha estado a la altura de lo esperado , en el sentido de que quedará para siempre en mi memoria, ha sido muy especial.
Echando la vista atrás, si tengo que valorar las muchas cosas positivas que me ha dado mi pasión por el mundo de las carreras, en el número uno, y muy destacado, está el haberme permitido conocer a personas, que se han convertido en amigos para toda la vida. En el fondo, casi todos los corredores, y más específicamente los maratonianos, estamos cortados por "el mismo patrón", por eso es fácil, muy fácil congeniar al momento; somos gente sana, con capacidad de lucha y sufrimiento, que nos ponemos retos, optimistas y en general alegres por la vida, y , casi siempre, extrovertidos y dispuestos a compartir. Además, es como una mancha de aceite, un amigo hace que conozca a otro, y vas tejiendo una tupida red de relaciones, francas, desinteresadas y sanas que te llenan de satisfacción.Conocí a Patricia en la feria del corredor del Maratón de Málaga de 2014, en la presentación del libro "Efecto Maratón" de mi amigo , el periodista de Canal Sur Rafa Vega, en el que escribí un capítulo. Era su primer maratón y tenía los miedos y la ilusión de todos los que por primera vez se enfrentan al reto. Desde entonces, hemos coincidido en todos los maratones de Málaga siempre, y en algunas ocasiones más (incluso el año pasado en el que no pudo participar, o el suspendido) compartiendo kilómetros, más o menos, pero nunca haciendo la prueba entera juntos. Patricia este año fue elegida por la organización como una de "las historias del Maratón", es decir, esos perfiles de personas anónimas que dedican un esfuerzo lleno de pasión, por compaginar sus tareas cotidianas propias de cualquier persona con la dedicación que exige afrontar con garantías esta prueba, para , dándoles visibilidad a sus historias, hacer llegar el ejemplo de que cualquier persona sana y con una voluntad fuerte y decidida, puede plantearse asumir el reto. Y no han podido tener mejor ojo, Patricia es, el orden que lo ponga ella, madre de tres hijos que ahora asoman a la adolescencia, alguno de ellos, esposa, trabajadora en un puesto nada fácil , ama de casa y, principalmente, una extraordinaria persona, llena de bondad, generosidad y simpatía.
Así , que para mi, en esta ocasión ha sido un auténtico lujo poder acompañarla desde el primer al último metro. Pretendíamos mejorar su mejor marca, 3.32, y al final, nos pasamos algún minuto , hasta 3.35, tal vez porque las condiciones no fueron las idóneas (sopló un molesto y fuerte viento en contra la segunda parte de la carrera). Pero, eso es lo menos importante.
Así, que, como no podía ser menos, mi 99 maratón ha estado a la altura de lo esperado , en el sentido de que quedará para siempre en mi memoria, ha sido muy especial.
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